Aunque cuanto dejamos de hacer
prosigue en universos paralelos,
tenemos rotas las alas
para volar hacia ellos.
El inconsciente decide por dónde ir
porque de antemano sabe
cuál es el camino.
El inconsciente es nuestro guía.
El inconsciente es nuestra gravedad.
El inconsciente es nuestro dios.
Somos esclavos de lo ignoto,
de las sombras,
de las profundidades,
de lo infinitesimal.
Gregorio Morales, Canto cuántico, Granada, Ediciones Dauro, 2003