Podés mirar para otro lado.
Podés cerrar los ojos y no mirar.
Podés no escuchar, podés anestesiarte, podés fingir, podés seguir sufriendo…
Pero el corazón siempre habla, hagas lo que hagas…
Cuando no lo escuchás, no estás abandonando a nadie… sólo te estás abandonando a vos mismo.