Cuando deseamos algo importante y no nos animamos, ya sea cambiar de carrera, de trabajo, empezar o terminar una relación, etc, ese anhelo queda en nosotros con la forma de una pregunta: «qué hubiera pasado si…?». Como las posibles respuestas son tantas como lo permita nuestra imaginación, pero nunca lo podremos saber, la pregunta seguirá ahí, clavada en algún lugar de nuestro ser. El arrepentimiento es la forma que toma esa pregunta sin respuesta. En cambio, las cosas que hicimos, aunque hayan tenido resultados distintos a los esperados, nos saca de la incertidumbre, nos permite analizar qué podríamos haber hecho distinto, nos hace aprender y crecer. Una de las peores vivencias del ser humano es la incertidumbre, porque genera ansiedad y angustia. Pensemos, evaluemos, analicemos y tomemos decisiones!