Cocina Saludable: 5 tips fundamentales para empezar a cambiar

Estamos viviendo una época de concientización silenciosa en cuanto a la calidad de nuestros alimentos. Una de las principales consignas es que el alimento real sostiene nuestra salud. Otra es volver a cocinar nuestros alimentos y alejarnos de los productos (si, productos, no alimentos) ultraprocesados que nos “venden” una supuesta solución a nuestra falta de tiempo. Otra consigna es el respeto por la bioindividualidad: hay que respectar las características particulares de cada persona (una de las razones por las cuales las dietas genéricas difícilmente funcionan).

Por cuestiones de salud (tengo diagnóstico de fibromialgia desencadenada después de una trombosis -tvp- producida por un pico de stress en el año 2015/6) tuve que hacer un montón de cambios en mi vida. Uno de ellos fue en mi alimentación. Probé el vegetarianismo, el veganismo, la alimentación sin gluten, sin lactosa, todo. Cada una causaba un efecto que tenía que analizar y evaluar. Ser psicóloga pero especialmente ser cocinera me ayudó mucho en este proceso. Hasta que todo se alineó para entender que sólo una alimentación saludable en forma sostenida mejora mis síntomas. Y así estoy, estudiando día a día nuevas alternativas para mejorar mi cocina en este sentido y para compartirlo y que pueda ayudar a otros. La cocina, que es mi pasión desde siempre, ahora también es mi aliada.

Hay algunos tips con los que podemos empezar a transitar este camino. Comer saludable tiene que ver con alejarse de los ultraprocesados, muy procesados y procesados. Todo lo que podamos. ¿Por qué? Porque no estamos comiendo alimentos de verdad, sino productos de una industria, la alimentaria, que quiere vender a altos precios con un costo lo menor posible y sin pensar en nuestra salud. Y esos productos procesados se componen básicamente de tres elementos: harinas, grasas y azúcares, y saborizados y coloreados para que parezcan lo que no son.

Antes de profundizar en esos temas (y realmente hay personas que lo hacen desde hace años y muy bien, como Soledad Barruti por ejemplo) hoy quiero dejar cinco consejos para vos que querés empezar y no sabés por dónde y encontrás tanta información que a veces podés marearte un poco. Primero tengo que decirte qué es el “alimento verdadero”, que es el concepto básico desde donde vamos a mirar todo: alimento verdadero es aquel que está correctamente preparado, que es nutricionalmente rico y que no es procesado ni tiene aditivos. Eso no significa que no puedan consumirse ocasionalmente productos procesados, pero la idea es reducirlos al mínimo.

Así que, acá están los consejos:

1. Leer las etiquetas: leyendo las etiquetas vamos a enterarnos con qué ingredientes se elaboró, si tiene saborizantes y colorantes, si tiene almidones y féculas (que en definitiva terminan metabolizándose como azúcares) y cuántos otros aditivos más tiene. Olvidarnos de las calorias con las que nos vienen machacando la cabeza desde hace muchos años y empezar a pensar en ingredientes. No importa si es light o no light, importa qué ingredientes tiene. Si querés comer pollo, comé pollo, hacé las croquetas en tu casa, las milanesas en tu casa. Si el pollo es criado a cielo abierto, en granja, mejor aún, sino, comprá pollo donde puedas. Pero las croquetas del súper muchas veces son una pasta de soja saborizada con un porcentaje ínfimo de pollo, o sea, no estás comiendo un alimento verdadero, sino uno altamente procesado.

2. Comer bien demanda planificación: es cierto, si trabajamos todo el día, es poco el tiempo que nos queda para cocinar. Pero aún así es posible. Para eso es necesaria la planificación. Comprar los fines de semana, pensar un menú. Hoy en día podemos preparar una comida en pocos minutos si aprendemos como. Me propongo compartir cada día más recetas de este tipo para poder demostrar que es muy poco el tiempo que necesitás si invertis cocinando y mucha la salud que vas a ganar. Y la alegría de comer un alimento hecho por vos mismo es insuperable

3. Revisar nuestra alacena y heladera: saber qué tantos productos ultraprocesados tenemos en nuestras alacenas y heladeras nos va a permitir empezar a tomar conciencia. Leé las etiquetas de lo que ya tenés en tu casa, enterate de qué están hechos esos productos. Seguramente hay una alternativa más natural para lo que tenés. Un ejemplo: el yoghurt, tan sano él y tan lleno de probióticos, es mejor elaborarlo en casa. No sólo porque vas a ayudar a tu economía, sino porque vas a obtener un producto sin aditivos, sin gelificados, sin almidones. Algo que sí va a ser un alimento verdadero. Algo que te lleva sólo diez minutos hacerlo y una noche de espera para que esté listo.

4. Tratá de incluir cinco colores en tu comida: tener variedad de colores en nuestro plato no sólo lo hace más atractivo visualmente sino que nos garantiza mayor cantidad de nutrientes. Te doy un ejemplo: la antocianina es un pigmento presente en los alimentos de color rojo, violáceo y azul. Algunos de los beneficios que aporta son: antiinflamatorio, antidiabético, mejorar la agudeza visual, antioxidante, etc. Y así en cada color vas a encontrar que tiene que ver con una sustancia que también hace un aporte determinado.

5. Averiguá si cerca de tu casa hay un punto de distribución de verduras y productos orgánicos: vas a descubrir que las verduras sin agrotóxicos pueden ser mejores para tu salud y también para tu bolsillo. Cada vez hay más puntos de entrega de productores y asociaciones de productores agropecuarios que trabajan sin agrotóxicos ni pesticidas. Acostumbrate a comprar frutas y verduras de estación, están a mejor precio y son de mejor calidad. Así vas a ganar en un alimento de mejor calidad, a un precio más justo y también se va a beneficiar el productor que no pertenece a las grandes cadenas que cultivan a base de tóxicos que envenenan los suelos y enferman a las personas que viven cerca de los cultivos. Y en las «dietéticas» cercanas a tu casa preguntá si trabaja con alimentos orgánicos. Empezá a consumir más productos sueltos, arroz, harinas, legumbres. Voy a ir subiendo mucha data sobre este tema.

La información a la hora de decidir qué vas a ingerir, qué vas a meter en tu cuerpo, y la imaginación a la hora de cocinar son tus aliados. Acá vas a encontrar ayuda, tanto desde este espacio como desde miles de cuentas en las redes sociales. Somos muchas las personas que compartimos información para que la cocina consciente, la alimentación saludable y la soberanía alimentaria sean una realidad para cada vez más personas.

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