Si no es estandard: ¿no sirve?

Hoy me encontré con una amiga que hacía mucho tiempo no veia. Una mujer con espíritu  juvenil y fresco, psicóloga, poeta, apasionada de la maternidad y buena mina. Ambas nos reconocimos con una felicidad que se nos refleja en los ojos y en el semblante y nos lo dijimos abiertamente. Y ella me contó quién es el responsable de su mirada llena de estrellitas de colores.

Hace poco tiempo se casó. Un casamiento de una pareja adulta no es lo mismo que el de una pareja joven. En especial cuando se elije el acto, la formalidad del contrato matrimonial y va seguido de la publicidad del mismo. O dicho de otra forma: cuando dos adultos se casan y elijen hacerlo pasando por un registro civil y con una fiesta para sus amigos, nos están dando un mensaje muy claro: “hola todos, acá estamos nosotros, nos amamos y queremos que todos lo sepan!!!”. Claro como el agua de lluvia…

Creo que una de las características principales de una unión así entre dos adultos es que no responde al “hacer lo que socialmente se espera que uno haga a determinada edad”, sino a la libertad de elegir con quien compartir la vida sin ninguna  presión. A veces esa libertad viene acompañada de la sabiduría que implica conocer al otro, saber que no es perfecto, aceptarlo en su imperfección y amarlo profundamente con lo que nos gusta y con lo que no nos gusta. Una pareja no debería pretender cambiar al otro por alguien que no es ni idealizarlo con virtudes que no posee.

Pero el matrimonio de mi amiga no es standar. Viven cada uno en su hogar durante la semana y conviven los fines de semana. Diversas razones hacen que hayan tomado esta decisión, que si bien es circunstancial y temporal, siempre genera interrogantes en el grupo de personas cercanas y no cercanas. Y se interrogan porque no duermen juntos en la semana, a pesar que ambos se cuidan, se protegen, están pendientes el uno del otro y no desatienden ninguna de sus necesidades afectivas y/o materiales… ¿Podemos pensar seriamente que están «separados» en la semana y que sólo están juntos los fines de semana?

Mientras escribía esto me acordaba que hace poco estuve en Canadá y nunca perdí contacto con mis hijos, podía hacer las compras del supermercado para ellos desde allí, saber a qué hora llegaban y qué los preocupaba, mimarlos a distancia y recibir sus mimos… Es cierto que miles de kilómetros nos separaban, pero no nos sentimos lejos sino muy muy cerca. Ellos sabían que, aún allí, podía cuidarlos.

Me pregunto: si no es standard ¿no sirve? Si una relación entre dos personas que se quieren no es convencional, no responde al “deber ser” de lo que culturalmente en un lugar determinado y en un tiempo determinado se considera lo adecuado ¿la señalamos?. Lo distinto nos asusta… Tal vez lo que a algunos le parece raro, extraño, poco usual, distinto, incomprensible, sea, precisamente, la posibilidad que tienen muchos de adaptarse inteligentemente a las circunstancias, sobreponerse a las adversidades y priorizar lo único que, definitivamente, vale: los sentimientos y las ganas de compartir la vida, amarse, ser amado y saberse querido, cuidarse y ser cuidado.

 Bravo por uds MM!!!